lunes, 16 de julio de 2007

Mal-Dita, toujours


Sergio Márquez




Mal-Dita Von Teese, musa-calavera para un demiurgo anémico, fría bengala del miedo, siempre allí, fosforeciendo;
Arzobispal mitra post-humana que oficia negras eucaristías en la cérvix de una catedral atestada por maniquíes de leche condensada;
Mascarón de proa de las naves de la muerte, moldeada por extrusión en los subsumidos crematorios nevados siempre de osamentas.
Dita, turbia diadema de alfileres de fibra de vidrio y muerta plata.
Dita, gruta vitrocerámica, duro impasse de sangre blanca emponzoñada por mil estrógenos de hielo.






Esta flor carnívora de cuero repujado, esta sedosa glándula bordada de arterias, desata en pueriles agujetas su corset de ligamentos, nido coagulado de difuntos camafeos, pesados crucifijos y grageas de violeta.
Tataraputanieta de Brunilda, valkiria Mal-Dita, velando en capilla ardiente con fatuo tenebrario de sopletes, su verija de armiño y trueno por reventar.




Ondina mineral del brutalismo, pitonisa del béton brut, emperadora del inglés, reina del griego, maga del francés.
Infarto
Clavículas que son fosas desfondadas, espejismos de anémonas triunfantes.
La Von Teese, un'altra volta. Yegua de anime derretida al trote, centaura lista para germinar.
Mal-Dita seas, Dita.
Mal-Dita seas, toujours, tout le temp.




http://enemigomalo.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para el que no las reconozca, estas fotos son de teticas operadas. Duritas, sabrositas y bellas.